EL INFORME PERICIAL FORENSE PSICOLÓGICO EN CASOS DE MOBBING.
La Psicología forense está contribuyendo desde no hace demasiado en los procesos de orientación y evaluación que ayudan a los jueces y abogados y en definitiva a la justicia a tomar decisiones. Nuestros informes periciales ayudan al juez a reflexionar sobre los daños psicológicos y sirven para dotar tanto a la víctima como al acosador de una explicación que permite una mayor comprensión de la situación explorada y facilitando por tanto la toma de decisiones.
Desde la literatura científica se ha definido el concepto de Mobbing como la presencia repetida y continuada de determinados comportamientos de hostigamiento y acoso que tienen lugar dentro del ámbito laboral y que son manifestados de forma muy variada a través de distintos tipos de conflictos interpersonales.
El Instituto Nacional de seguridad e Higiene en el Trabajo define el Mobbing como : "una situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo de personas) ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente (como media una vez por semana) y durante un tiempo prolongado (como media unos seis meses) sobre otra persona o personas en ell lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la victima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando su lugar de trabajo"
EL ROL DE PERITO PSICÓLOGO
La incorporación del psicólogo como perito en España es reciente. "En los últimos años, especialmente a partir de la entrada en vigor de la LEC (Ley 1/2000, de 7 de enero), la psicología forense se ha ido constituyendo en nuestro país como una especialidad técnica cada vez con más relevancía (González y Delgado),si bien es cierto que todavía andamos un poco en pañales.
Históricamente los psicólogos han desempeñado distintos roles en función del ámbito desde donde actúa. Recogemos los siguientes roles como los más significativos:
Rol Clínico
Rol Social
Rol Empresa
Rol Educativo,…
En el ámbito clínico, el psicólogo actúa como receptor de una demanda de atención como consecuencia del padecimiento de determinados síntomas de los que se queja la persona y que pueden conformar un cuadro psicopatológico de distinto orden y magnitud: trastornos del estado de ánimo, trastornos por ansiedad, problemas de adaptación, etc. Desde este punto de vista se procede a una evaluación de la persona, se establece un posible diagnóstico y se interviene con el objetivo de paliar la sintomatología que presenta mediante diversas técnicas que dependerán de la orientación terapéutica del psicólogo/a.
En el ámbito de la Empresa, el psicólogo/a puede desempeñar tareas de evaluación de competencias, del clima laboral, análisis de puestos de trabajo, etc. y también puede encargarse de elaborar e implementar programas destinados a prevenir situaciones de estrés laboral, etc.
En cualquiera de estos roles, puede ser propuesto como medio para probar determinados extremos que es necesario demostrar cuando se inicia una demanda judicial. Técnicamente no desempeña funciones de perito, y su rol sería el de testigo cualificado.
La psicología forense, constituye una disciplina joven que exige un reciclaje y formación continua para quien la desarrolle, siendo fundamental que el perito psicólogo conozca las peculiaridades del contexto legal (p, ej ganancias secundarias, simulación o victimización secundaria) y muestre una capacidad resolutiva ante decisiones de gran relevancia, asumiendo las posibilidades de error y las propias limitaciones de la psicología como ciencia no exacta.
Un psicólogo sólo es considerado perito cuando ha sido nombrado así por el tribunal y ha jurado desempeñar fielmente el cargo y según su mejor leal y entender. Entre los conocimientos que debe manejar están:
• Conocimientos profundos en Evaluación, Diagnóstico y Psicopatología.
• Habilidad en el manejo de Tests
• Disponer de conocimientos en Medicina legal o Psiquiatría
• Conocimientos en Psicología del Trabajo y de las organizaciones.
• Conocimiento sobre el sistema judicial español
El perito forense está obligado a responder preguntas y a dar justificación a sus respuestas. Estas preguntas le serán planteadas previamente y, en función de ellas, organizará su trabajo. Las cuestiones más habituales sobre las que se tiene que pronunciar el psicólogo como perito tienen que ver con:
a) Los procesos que llevan a la víctima y su agresor a una dinámica que desemboca en una situación de acoso psicológico en el trabajo.
b) El porqué se mantiene esta situación, por parte de la víctima, durante periodos de tiempo muy prolongados.
c) Establecer la posible relación entre el padecimiento de determinados síntomas psicopatológicos y sus causas más probables.
d) Valorar la existencia de características propias de estas situaciones mediante una Evaluación del Clima Laboral del lugar de trabajo.
e) Valorar la posibilidad de simulación de determinados trastornos:
Estas cuestiones generales se concretan en las siguientes preguntas:
1. Si el informado presenta alguna alteración o psicopatología compatible con los diagnósticos recogidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV TR.
2. Cómo es en la actualidad el desempeño del informado en las áreas laboral, social, familiar y personal y si estas se han visto afectadas por circunstancias externas adversas.
3. Si los comportamientos y trastornos observados son compatibles o se corresponden con una situación de acoso psicológico en el trabajo o “mobbing” o son debidas a una percepción del informado o a cualquier otra causa identificable.
4. Que explique cómo el informado ha llegado a desarrollar los síntomas o trastornos detectados.
5. Que se valore si existen beneficios secundarios para el informado que puedan estar influyendo en sus circunstancias actuales.
6. Que se determine los condicionantes ambientales que pueden estar influyendo en la situación.
7. Que se valoren posibles soluciones, viabilidad y los recursos (personales, sociales y comunitarios) con lo que cuenta el informado para salir de la situación.
En definitiva, al psicólogo lo que se le pide es que se pronuncie, desde el ámbito del conocimiento de su ciencia, sobre aspectos que tienen que ver con:
Explicar las causas que han llevado a una persona a actuar cómo lo ha hecho.
Evaluar y establecer Diagnósticos Psicopatológicos.
Elaborar predicciones de posibles consecuencias en función del conocimiento previo de las personas y situaciones.
Para poder responder a estas preguntas, se debe seguir una metodología bien definida, donde se conjuguen dos elementos básicos:
Las entrevistas, siguiendo un modelo semiestructurado donde se abordarán los siguientes aspectos:
o Historia socio-laboral
o Psicobiografía
o Análisis del puesto de trabajo
o Evaluación de la situación que ha creado el trauma
o Evaluación del estrés y la psicopatología que pueda presentar
o Implicaciones laborales, familiares y sociales
o Cumplimiento de los factores de valoración que determinan el Mobbing.
Las pruebas psicológicas: cuestionarios que sirven de apoyo a la información obtenida durante las entrevistas, siendo los más utilizados los siguientes
o Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota MMPI-III.
o Inventario Clínico Multiaxial de Millon MCMI-II
o Test proyectivos (Rorschach,TAT)
o Pai
o Cuestionario de 90 Síntomas de Derogatis, SCL-90-R.
o Inventario de Acoso Laboral de Leymann (versión modificada de González de Rivera), LIPT-60
EL AFRONTAMIENTO DEL PROCESO EVALUATIVO POR PARTE DE LA PERSONA VÍCTIMA DE ACOSO
En la mayoría de los casos, el proceso de evaluación cumple un doble papel:
a) Sirve para compartir las experiencias con un profesional por lo que, en cierta medida, es un proceso terapéutico, aunque este no sea uno de los objetivos del mismo. El profesional no está como terapeuta sino como experto, pudiendo darse el caso de entrar en una clara contradicción con el rol si no se es capaz de mantenerse al margen de una forma objetiva. Son muchos los casos en que la persona evaluada necesita “sentir” que es creído, por lo que tiende a dar muchos detalles y a tratar de convencer al profesional de que lo que cuenta es cierto.
b) Sirve para objetivar unos datos observados por parte del profesional. Cuando estos objetivos entran en contradicción, el perito debe tener la habilidad para reconducirlo y permanecer objetivo, reconociendo a la vez la necesidad que presenta la persona evaluada y no dejarse llevar por las emociones que se suelen manifestar durante las entrevistas.
Las vivencias de la víctima de este proceso evaluativo suelen estar relacionadas con un profundo sentimiento de desasosiego, al tener que rememorar los acontecimientos que han desencadenado su estado actual. Dentro de que las estrategias de afrontamiento de situaciones estresantes son muy variadas, casi tanto como personas existimos, podemos identificar las siguientes, sin ánimo de categorizar, como las más frecuentes durante el proceso de evaluación:
La racionalización, permaneciendo en todo momento con una actitud distante y fría, objetiva y sin mostrar las emociones.
La evitativa, no entrando en detalles y mostrando un elevado tono emocional (llanto) durante las entrevista.
La emocional-obsesiva, donde se narra en profundidad los acontecimientos, rememorándolos constantemente y aportando gran cantidad de datos al respecto.
En todas ellas se identifica la necesidad de ser creído, motivado muchas veces porque ni la propia persona víctima de acoso puede llegar a creer que la causa de su malestar se debe a ese motivo. No es fácil reconocer ante otras personas que eso nos está ocurriendo. Es como cuando un niño dice que saca malas notas porque sus profesores le tienen “manía”, que lo que suele dar lugar es a la incredulidad por parte de los adultos o a pensar que está exagerando las cosas.
Cuando una persona víctima de acoso afronta un proceso de evaluación, debe de ser consciente que, con mucha probabilidad, será una situación donde las emociones estarán a flor de piel y, por tanto, puede dar lugar a una serie de manifestaciones psicológicas como pueden ser: la ansiedad, trastornos en el sueño, reexperimentación de síntomas que ya habían remitido, etc. Pero también se puede convertir en un proceso que, a la vez que es evaluativo, permite a la persona descargarse de preocupaciones y poder descubrir nuevas estrategias de afrontamiento de las situaciones temidas.
IMPORTANCIA DEL INFORME PERICIAL FORENSE
Desde ASAM y Grup 7 Psicòlegs recomendamos, por nuestra experiencia en los casos de acoso laboral, que las personas que se enfrentan a un proceso de denuncia, y que deberán afrontar un juicio tengan en consideración que para entrar en sala con suficientes garantías de éxito deberán aportar todas las pruebas necesarias para documentar lo que siempre es totalmente para la víctima la situación, pero que necesitará argumentarlo en la sala de justicia.
Bibliografia
“El proceso evaluativo en casos de Mobbing: aspectos ligados al evaluador y a la persona evaluada” Eugenio Carlos Fernandez-Ballesteros
Manual de Psicología jurídica e investigación criminal. Miguel.A Soria
Evaluación en Psicología forense Fernando Jiménez Gómez
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