Trastorno Personalidad

Definición

Cuando hablamos de un Trastorno de la personalidad hablamos de la alteración de los rasgos que constituyen la personalidad, entendiendo esta última como un patrón de sentimientos, pensamientos y conductas que distinguen a las personas entre sí y que persisten a lo largo del tiempo y a través de las situaciones. Es decir que una personalidad sana actuará de manera flexible, adaptable y con un nivel de satisfacción suficiente, mientras que la personalidad alterada nos reflejará un patrón persistente de ver, sentir, relacionarse con el entorno y de pensar, asi como la visión del si-mismo que se desvían de manera apreciable de las expectativas generadas en el ambiente socio-cultural de la persona y que trastoca de manera apreciable algunas de estas áreas: cognición, afectividad, funcionamiento interpersonal y el control de impulsos.

Por tanto podremos concluir que estas características de personalidad alteradas forman parte de la estructura básica de cada uno de nosotros, se mantienen relativamente estables en el tiempo, y alteran de manera desadaptativa el funcionamiento normal de la persona modificando diversas áreas entre las que caben destacar la relación social, la autoestima, el funcionamiento laboral y la satisfacción personal.
Principio de continuidad sindrómica

Este principio nos hablaría de la gradación a la que la personalidad está expuesta, es decir la personalidad abarcaría los rasgos de normalidad y los de la patología, asi pues podríamos hablar de un continuum en el que se situaria la persona en determinados momentos temporales

Para Millon (1981) “los trastornos de la personalidad pueden ser considerados como representaciones de desviaciones exageradas y patológicamente distorsionadas emanadas de una distribución de rasgos normales y saludables y no como la intromisión de alguna fuerza externa extraña sobre la personalidad del individuo” De esta manera podríamos representar la personalidad y sus trastornos en una continuidad.

Normal Disfunción; Leve, Moderada, Grave

Normalidad Estilo Trastorno

Continuidad Sindrómica (Millon)
Tipos de Trastornos de la Personalidad

Para la clasificación DSM IV-TR los trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos, que mantendrían características semejantes:

Grupo A, donde se predominan los rasgos de rareza o excentricidad
Trastorno Paranoide de la personalidad
Trastorno Esquizoide
Trastorno Esquizotípico

Grupo B, con predominio de carácteríticas emotivas, dramaticas e inestabilidad emocional.
Trastorno Antisocial de la personalidad
Trastorno Límite
Trastorno Histriónico
Trastorno Narcisista

Grupo C, donde aparecerían en mayor grado los rasgos evitativos y ansiosos
Trastorno de la personalidad por evitación
Trastorno de la personalidad por Dependencia
Trastorno obsesivo-compulsivo

Breve resumen de las características básicas de los diferentes tipos

Trastorno de la personalidad tipificados

El trastorno Paranoide de la personalidad se caracteriza por ser un patron generalizado de desconfianza y suspicacia donde se malinterpreten las intenciones de los demás. Están siempre en continua alerta vigilando lo que ocurre a su alrededor y dispuestos a actuar, a la defensiva.
En algunos casos presentan ideas persistentes de autoreferencia. Son muy sensibles a las críticas, sintiéndose con facilidad humillados y ofendidos.

Normalidad Estilo Trastorno
Personalidad Vigilante Paranoide

El trastorno Esquizoide de la personalidad refiere a un patrón en el que se aúna la desconexión de las relaciones sociales y la restricción de la expresión emocional. Son fríos emocionalmente y su aspecto lo refleja, con dificultades para expresar sus sentimientos y para experimentar placer. Prefieren las actividades solitarias y muestran una falta de atención para captar las necesidades de los demás. La indiferencia los caracteriza, abarcando las áreas sociales, afectivas, sexuales y sensoriales.

Personalidad asocial Trastorno Esquizoide

El trastorno Esquizotípico de la personalidad es caracterizado por una manera de comportarse rara con anomalías en el pensar y en la forma de expresar los sentimientos, asemeja a la sintomatología negativa de la esquizofrenia. Tiene puntos de vista extraños y diferentes a la mayoría, son suspicaces y la gente los ve como raros o excéntricos. Viven en su propio mundo. Están aislados socialmente y prefieren estarlo, provocan rechazo social.

Personalidad excéntrica Trastorno Esquizotípico

El trastorno Antisocial de la personalidad, está caracterizado por sujetos que deprecian las normas y suelen transgredir los derechos de los demás. Presentan muchas dificultades para tolerar la frustración y la impulsividad. Suelen mostrarse como encantadores aunque no suelen decir la verdad, ni puede confiarse en ellos. Discuten con facilidad. Están a la búsqueda continua de sensaciones y no se inhiben ante los peligros por más graves que puedan parecer

Personalidad Agresiva Trastorno Antisocial

El trastorno límite de la personalidad se distingue por su un compendio de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, así como una exagerada impulsividad y descontrol en la misma. Son personalidades que cambian de estado de ánimo con mucha facilidad y sin motivos aparentes. Tienen poca capacidad de preveer acontecimientos y muestran en su comportamiento intensa ira y explosividad. Miedo intenso al abandono y la separación con excesiva dependencia de los demás. Es frecuente que utilicen el chantaje emocional y se comporten de forma irresponsable.

Personalidad Inestable Trastorno Límite

El trastorno histriónico de la personalidad, patrón en el que se observa una exagerada emotividad y una elevada demanda de atención. Emocionalmente son volubles, seductores y suelen valorar en demasía las relaciones con los demás considerándolas más importantes o íntimas de lo que son. Les gusta ser el centro de atención, buscan constantemente actividades gratificantes y se suelen aburrir con facilidad de las cosas y las relaciones, dan una apariencia emocional de constante insatisfacción.

Personalidad Teatral Trastorno histriónico

El trastorno de la personalidad por evitación, marcado por una fuerte inhibición social, baja autoestima y una elevada sensibilidad frente a la evaluación negativa. La inhibición frente a las relaciones sociales tiene el origen en el miedo, la vergüenza o el ridículo que sienten, muy sensibles a la crítica y al rechazo. Su comportamiento tiende a evitar todo aquello que sientan que les amenaza o puede hacerles sentir mal.

Personalidad Sensible Trastorno por evitación

El trastorno de la personalidad por dependencia, caracterizado por unas maneras de comportarse sumisas, basadas en la dependencia y con un componente marcado de necesidad de ser cuidado. Su guión de vida es satisfacer las necesidades de los demás y solo se siente queridos si hacen constantemente cosas por los otros, temen perder su atención y harán cualquier cosa para no peder este afecto. Dificultades para cuidar de si mismos y ser independientes. Baja autoestima y faltos de habilidades.

Personalidad Apegada Trastorno por dependencia

El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad,personas con planteamientos excesivamente rígidos y muy preocupados por el orden, el perfeccionismo y el control. Rutinarios, monótonos y faltos de espontaneidad. Hiperpreocupados, planificadores y estructurados, nada se escapa de su control y este cada vez es más extenso

Personalidad Perfeccionista Trastorno Obsesivo

Trastornos de la personalidad no especificados

El trastorno pasivo-agresivo de la personalidad, caracterizado por un oposicionismo constante y una forma pasiva de actuación. Son personas que suelen llevar la contraria y se sienten molestos con todo. Se quejan frecuentemente, son pesimistas y parecen estar siempre enfadados, está ira no la muestran abiertamente solo queda reflejada por su manera inactiva y su cara de malhumor. Son inseguros emocionalmente, se ofenden fácilmente y desconfían de los otros. Su comportamiento provoca frustración y malestar en los allegados.

Personalidad sin prisas Trastorno Pasivo-Agresivo

El trastorno depresivo de la personalidad, tiene una visión del presente y el futuro sombría, triste y pesimista. Serios de aspecto y actitud. Les resulta casi imposible disfrutar de las cosas de la vida, de los placeres y su autoestima es baja. Tienen pensamientos automáticos negativos. Críticos consigo mismos, derrotistas y con gran necesidad de apoyo de los demás, aunque no son capaces de solicitar este apoyo.

Personalidad seria Trastorno depresivo

El trastorno masoquista de la personalidad, como su nombre indica refleja una manera de comportarse autodestructiva, buscando situaciones de riesgo y de sufrimiento sin prácticamente darse ni cuenta. Se perjudican a si mismos. No valoran lo positivo y tienden a negativizarlo. Prefieren la monotonía al placer o al disfrute. Falta de autoestima y creencia en que son merecedores de la humillación.

Personalidad altruista Trastorno masoquista

El trastorno sádico de la personalidad, todo lo contrario que el patrón anterior experimentan placer al infringir dolor o malestar a los demás. Son humillantes y frustradotes. Buscan sentirse superiores a los demás “machacándolos”. Críticos, agresivos y con baja tolerancia a la frustración. Son dominantes y desconfiados. Presentan dificultades para sentir afectos.

Personalidad cruel Trastorno sádico

Importancia de los Trastornos de personalidad para el clínico

El estudio de los TP permite y permitirá a través de la profundización en los métodos de evaluación y diagnostico, así como la observación de la casuística entender de manera más adecuada el funcionamiento individual de los pacientes y servir de profilaxis en la formación de las enfermedades mentales.

Para los clínicos es de suma importancia poder predecir y conocer con cierta antelación los comportamientos y las posibles psicopatologías que la persona pueda desarrollar, de la misma manera es de gran importancia poder entender como se ha ido construyendo la personalidad del sujeto en el tiempo. Las estructuras mentales y la forma de ver el mundo que rodea a cada uno de nosotros son fundamentales para la mejor praxis psicoterapeutica
También podemos reirnos, ¿no?

Siempre me ha parecido muy sano no tomarlo todo en serio, no ser trascendente y quizás sin dejar de ser riguroso y profesional poder ver las cosas sin tanto dramatismo, por ello y como punto final me gustaría incluir de Caballo lo siguiente, se refiere a las características de los diferentes tipos de personalidad en tono de humor, aún en la dificultad para los que las padecen:

Hola bienvenidos a la línea de emergencia psicológica

Si es usted obsesivo-compulsivo, pulse 1 varias veces
Si es una persona dependiente, pida a alguien que pulse el 2 por usted
Si tiene personalidad múltiple, pulse por favor, 3, 4 ,5 y 6
Si tiene personalidad evitativa, no marque ningún número hasta que esté seguro de que le caemos bien
Si es una persona histriónica pulse el 7 para conseguir toda nuestra atención
Si es un antisocial, machaque el 8 hasta que no quede rastro de él
Si es un límite marque el 9 y no le abandonaremos
Si es narcisista, pulse el número que quiera que sea correcto
Si es pasivo-agresivo pulse un número diferente al que nosotros le indiquemos
Si es paranoico, cuelgue, sabemos donde encontrarlo
Si es esquizoide hable con el ordenador: será su mejor amigo
Si es sádico no se le ocurra destrozar el teléfono ni insultarnos
Si es autodestructivo no deje que le ayudemos, por favor
Si es esquizotipico, escuche cuidadosamente, una vocecita le dirá que número tiene que pulsar
Si es depresivo, cuelgue, por favor, ya sabe que nada ni nadie podrá jamás ayudarle.

Bibliografía

DSM IV-TR. Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales. APA. Ed. Masson
La personalidad y sus trastornos. Th Millon y G Everly. Ed Martinez Roca
Trastornos de la personalidad en la vida moderna. Th Millon y R Davis. Ed Masson
Trastornos de la personalidad, mas allá del DSM IV. Th Millon y RDavis. Ed Masson
Manual de trastornos de la personalidad. Vicente Caballo. Ed Síntesis

Roberto

Me llamo Roberto, lo demás tiene menos importancia.

Cuando, Sergio, mi psicólogo me habló de que estaban pensando en abrir al público en general una página web que no sólo sirviera para darse a conocer, sino como un intercambio lo más directo posible con los interesados en la psicología, me pareció una idea estupenda, y como me siento agradecido con su trabajo, quise colaborar, le pedí si podía escribir algo de mi experiencia personal. Hablamos sobre ello y él me dijo después de un momento en el que yo le pedía sobre que estaría bien que comentara, me comentó que estaba convencido que lo que dijese seguro sería de intéres. Realmente no me costó mucho decidirme, creo que lo mejor era seguir mi pensamiento original. En mi cabeza solo una cosa cobraba fuerza “CON LO QUE A MI ME COSTO VENIR”; claro era eso, lo que mejor puedo aportar es eso mis miedos, mi incredulidad, mi escepticismo, mi soberbia…llamarlo como queráis.

En una época de mi vida, todo parecía que empezaba a torcerse, mi matrimonio se había roto, el trabajo no me llenaba y yo me sentía al borde, pero no era para mí una situación extraña y ni siquiera las sensaciones eran desconocidas, ya las había vivido en otros momentos. Era lo de siempre que se volvía a repetir, y como siempre pensaba que ya se irían que los malos momentos no duran siempre (yo soy una persona fuerte), es decir lo que un hombre de cuarenta años debe hacer salir adelante.

Algún amigo, bueno sólo uno, se atrevió a sugerirme, al verme, que consultara con un profesional. Mi reacción inicial fue de “pero que dices yo no estoy loco, ¿tu has ido?, ¿en que te basas?”, vamos solo me faltó renegar de él como amigo por proponerme tal barbaridad, un psicólogo. Mi idea sobre “estos señores” era, de unos sujetos más allá del bien y del mal, que te miran por encima del hombro desde su cómodo sillón y que piensan pobre ingenuo. Y además a que voy a ir allí a explicarle que, total que me va a decir y yo ya sé lo que tengo que hacer, y ya tengo amigos para que me escuchen, no me hace falta pagar para que me escuche.

PAGAR PARA QUE ME ESCUCHEN. Cuantas veces se lo habré defendido a mi pobre y bien intencionado amigo, discusiones numantinas. Y ahora me sonrojo de mis propios razonamientos, básicamente por que en el tiempo que dura mi psicoterapia lo que realmente he descubierto es que estoy pagando para escucharme a mi mismo, para reflexionar sobre mis recursos, no para que alguien me diga lo que tengo o no que hacer, pero si para que alguien preparado, que no es un amigo, que no se apena de mi, que me trata como una persona que merece una atención, me ayude con sus técnicas, con su experiencia a que yo tome mis decisiones, a que no rehuya sobre quien dirige mi vida, que soy yo, para lo bueno y para lo malo.

Durante muchos año he insistido en mantener mi punto de vista sobre la vida, no era erróneo, no era equivocado, no he perdido el tiempo, pero que si era más fácil plantear si había otro más adaptativo, me ayudó a reaccionar expresándome sin dañarme a mi o agredir a los demás, a no pensar que el mundo esta en mi contra y que debo estar a la defensiva, a que si quiero a veces no puedo pero debo intentarlo, a que no todo es siempre maravilloso, pero lo malo tampoco. Vamos, a vivir más acorde con mis necesidades que con las de los demás. Y sabéis es mucho mejor.

¿Todo fue bueno?, pues no claro que no, es más en no pocas ocasiones pensé no vuelvo más, esto es insufrible, este tío que se ha pensado, estoy tirando el dinero…bueno y más cosas menos reproducibles, y más si él lo va a leer. No es fácil la situación de paciente, enfrentarte con tus miedos y que encima que alguien te los muestre. Todo ello es un proceso, tal como lo hemos hablado muchas veces. La vida también.

No se si con mi breve escrito he podido ayudaros, mi intención era tan solo hablaros de mi experiencia.

Alex

¿Quién no ha pensado alguna vez que deberíamos visitar la consulta de un especialista? En mi caso, llevaba mucho tiempo pensando en hacerlo porque creía que habían algunas cosas que no me dejaban vivir tranquilo y que, quizás, tendrían solución (aunque en el fondo pensara que no la tenían)

Fue gracias a una buena amiga, que me habló de “Grup7”, que finalmente me decidí a, al menos, probarlo.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y puedo decir que ha sido toda una experiencia para mí.

He aprendido a valorarme como persona por quién soy, he conseguido cambiar algunos aspectos “negativos” (ya no únicamente aspectos que influían en mi si no también en mi entorno: familia, amigos, pareja, etc.), tengo mayor seguridad en mi mismo, soy capaz de analizar (lo más objetivamente que uno puede hacer) las situaciones y conflictos que me envuelven. Y lo que es mejor, solventarlos favorablemente o, al menos, intentarlo.

También he aprendido a reconocer mis limitaciones y a tolerar los momentos de frustración. Uno no siempre consigue lo que quiere, pero no por ello ha de ser una tragedia.

Naturalmente, hablo desde mi propia experiencia y, como todo, hasta que uno no lo prueba…

Gracias a este tiempo trabajando con, concretamente, Silvia, he podido aprender, descubrir, corregir y aceptar muchas de mis cualidades y defectos.

Al tiempo de empezar la terapia pude descubrir que es más habitual de lo que parece el hecho de acudir a consulta. Y realmente he llegado a inquietarme el oír como algunos conocidos y amigos que estaban en desacuerdo con su terapeuta continuaban sin muchas esperanzas de éxito.

No trato desde aquí desacreditar al resto de especialistas, ni mucho menos. Simplemente quiero agradecer y reconocer con este escrito el trabajo que he podido llevar a cabo gracias a la ayuda de Silvia.