BAGDAD CAFÉ
Me encantan las películas que me dejan una sonrisa y que después de verlas lo que me apetece es seguir saboreándola con un café y un buen amigo con el que conectas, ésta es sin duda una de ellas. Para mi, los libros, las películas, las canciones… y muchas cosas en la vida tienen su momento, “tu momento” cuando llegan te transmiten el mensaje que necesitabas. No voy buscando significado a todo pero si creo en “las señales” o “casualidades” que te van facilitando el camino, que te dan una pista, que te sirven de guía y llegan justo cuando las necesitas.
Es una película del 87 pero no la vi hasta ayer, quizá era mi momento…
Bagdad Café para mi es una película sobre el crecimiento personal, sobre el cambio, el re-descubrirse , el ir quitándose capas para dejar salir lo más auténtico de uno mismo. Es la historia de una mujer que discute con su pareja y llega a un hotel de carretera. Hay un paralelismo entre esa mujer y el hotel, los dos están estancados, envejecidos y con una sensación de que no hay nada más… Pero hay mucho más (siempre hay algo más) y se va demostrando a lo largo de la película.
La protagonista va dejando salir su verdadero ser, va desnudando su cuerpo y su alma. Y todo se vuelve mágico, ella, el hotel, las relaciones entre las personas, todo fluye… Nada mejor para acompañar su proceso de transformación que la increíble banda sonora, suave y dulce como un susurro que te envuelve.
Un argumento revelador del poder interior de cada uno, de la fuerza que llevamos dentro y muchas veces por miedo, por no creer en uno mismo, por frenos, no dejamos que salga…
En su proceso, la protagonista cuenta con la “ayuda” de un pintor que quiera retratarla, ante el cual ella se va destapando y la dueña del hotel que necesita salir de su estancamiento. En nuestra vida, rodearse de estas personas con las que de verdad puedes “descubrirte” es lo que facilita y hace bonito el proceso.
Muchas veces puede dar miedo el cambio, la inestabilidad, pero con el tiempo me he dado cuenta que el cambio es lo único estable en la vida. La película me hizo reflexionar y sentir que en los momentos de cambio, de crisis en la vida, cuando todo parece que se rompe y que se acaba, es cuando sale tu verdadera esencia y uno se re-descubre. Aunque duela y a veces parezca mentira se vuelve a renacer y ese es el verdadero crecimiento.
Estoy de acuerdo en muchos de los comentarios, si no fuera por la perseverancia y un cúmulo de casualidades y causalidades las personas no somos dados a cambiar las cosas que tenemos en la vida y menos si conlleva ciertos sacrificios emocionales.
No tenemos que olvidarnos que la vida es un empezar la aventura de vivir cada día al levantarnos, sin saber que nos ocurrira a cada paso, esta vorágine de vivir con la ilusión en cada paso que damos.
No debemos perder la ilusión, siempre hay un mañana mejor.
Ola Loli soy Andrés me encanta tu perfil yo tengo otras cosas en mi perfil.
Adios
Bagdad Café. Acudí a su estreno ya hace una veintena de años. Hace veinte años tenía veinte años y no sabía qué me iba a deparar la vida, y sigo sin saberlo. Recuerdo que salimos del cine unos amigos, por aquel entonces muy dados a “filosofar”, y nos pusimos a reflexionar sobre ella. Como dices, lo mejor de las buenas películas es, una vez sales del cine, hacerlas perdurar en una charla compartida o en una reflexión íntima. Hablábamos de los cambios, de los miedos, del futuro, de las frustraciones, de la cobardía y de la valentía, de la amistad y de que “todo tiene su momento”… coincide con lo que dices, y sonrío al pensar que no hicimos el análisis tan mal… No conservo ninguno de esos amigos. Nuestros caminos se separaron y nos separaron. Pero cada uno de ellos persiste en mi memoria. No sé qué será de sus vidas, sólo sé que la mía dista mucho de lo que yo había planeado para mí. Ni mejor ni peor. Diría que en esencia mucho mejor, a pesar de los pesares o gracias a ellos.
La vida te conduce, a veces te empuja suavemente, en otras ocasiones, te estampa contra la pared. Sólo sé que las adversidades te hacen más fuerte y más sabio. Y como la protagonista, en ocasiones, tienes que enfrentarte a tus miedos y desafiarlos, y es entonces cuando compruebas que el miedo es cobarde y huye. También te das cuenta que nada es estable, que todo muda, y que ahí está la gracia de la vida. De que te vas a encontrar escollos que superarás y otros que no, y deberás, entonces, cambiar de rumbo; que encontrarás personas que te acompañarán y que te servirán de guía, que te ayudarán a crecer; que sí existen esas señales que te indican por dónde ir, si consigues estar lo suficientemente abierto para poder reconocerlas, y sí, también existen esos momentos cruciales en los que una decisión determinada te conducirá hacia un lado o hacia otro; que todo se acaba y que todo empieza; que de todas las crisis, dolorosas o no, aprendemos y nos ayudan a conocernos más. Y que la ilusión y la fe (en uno mismo, en los demás y en los proyectos) mueve montañas, como lo consigue la protagonista, no sólo con el Hotel, sino con la vida de cada uno de los que allí habita. Lo consigue agitándolos y removiéndolos hasta que su esencia toma forma y fuerza, y salen de su hastío, de su inmovilidad, de su parálisis. Como dice un proverbio hindú “Cuando el discípulo está preparado, el Maestro aparece”. Gracias Loli.
Gracias Loli! Me resulta tan familiar todo lo que dices… Yo también creo en las señales y en la casualidad. A veces por circunstancias de la vida nos convertimos en personas que no somos, hasta que nos damos cuenta que necesitamos un cambio. Gracias por ayudarme en mi proceso de cambio!